Nos situamos en el Municipo de la Laguna. Llegamos a Taborno.
Una vez en el pueblo de Taborno nos encontramos la plaza del pueblo y justo en un lateral de la plaza, por la derecha junto a la ermita, hay un paseo por donde los coches de los vecinos del lugar pueden transitar. Caminamos por ese paseo, muy bien cuidado, de calzada color rojiza y llegamos al final del mismo, donde nos encontramos un mirador.
Al llegar al mirador, que estaba por cierto, todo muy limpito y bien cuidado, podemos contemplar ante nosotros el Roque de Taborno a nuestra izquierda y el pueblo de Afur abajo a la derecha y lo lejos en el mar y a lo lejos, en el extremo oriental de la isla, los Roques de Anaga, el Roque de Dentro y el Roque de Fuera.
Retrocedemos unos pasos y nos encontramos una bajada escalonada por la que seguimos, hasta llegar a un pequeño chorro y al fondo unas cabras sueltas rodeadas de una verja.
Proseguimos el camino y nos encontramos de nuevo el Roque de Taborno, y continuamos el sendero. Desde el cual pudimos contemplar unas bonitas vistas. Entre ellas el pueblo de las Carboneras.
Al acercarnos al Roque de Taborno nos encontramos a lo lejos unos cazadores con sus perros estaban por la zona y un refugio hecho de piedras. El Roque de Taborno se puede bordear por todo su contorno.
Merece la pena pasar por Taborno y visitar el Roque de Taborno, unos de los principables emblemas geológicos del Parque Rural de Anaga.
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